Como ya antes lo he hecho, estoy ayudando a un cachorro a
conseguir un hogar. Pero en esta
ocasión, no se trata de cualquier cachorro; este
pequeño que nació hace unas 5 semanas, quizá a mediados de Diciembre, es hijo
de una perrita de talla pequeña, pelo semilargo color marrón, que nada tendría
de especial, si no fuera por su comportamiento ejemplar, que haría suponer que alguien se tomó la molestia
de educarla, aunque por desgracia, nunca sabremos si ha sido la suerte o la
ingratitud humana lo que ha moldeado su peculiar carácter.
ocasión, no se trata de cualquier cachorro; este
pequeño que nació hace unas 5 semanas, quizá a mediados de Diciembre, es hijo
de una perrita de talla pequeña, pelo semilargo color marrón, que nada tendría
de especial, si no fuera por su comportamiento ejemplar, que haría suponer que alguien se tomó la molestia
de educarla, aunque por desgracia, nunca sabremos si ha sido la suerte o la
ingratitud humana lo que ha moldeado su peculiar carácter.
Todo comenzó cuando las maestras de un plantel escolar vieron
a un pequeño perro entrar y salir sigilosamente de la escuela. Al seguirlo
descubrieron su guarida en la que parecía llevar varios días viviendo sin ser
notado, ya que nadie había escuchado ningún ruido, ni un ladrido, nada. Aún
mayor fue la sorpresa de las maestras al darse cuenta de que se trataba de una
hembra que había parido a tres cachorros, dos hembras y un macho (el cachorro
en cuestión). Conmovidas, le llevaron agua, comida y algunos trapos que la
perrita agradeció meneando su cola. Pasaron así algunos días, durante los
cuales la familia perruna se acostumbró a las visitas de las maestras y a
escuchar la algarabía producida por los niños del plantel.
El inconveniente surgió cuando la directora del plantel se
enteró de los perros y decidió que por seguridad de los niños, llamaría a la
perrera para que se los llevaran. Entonces las maestras se vieron obligadas a
separar a la singular familia, para facilitar la labor de conseguirles un hogar
a cada uno.
Afortunadamente, y como era de esperarse, la primera en
conseguir casa fue la perrita, mientras que los cachorros quedaron a resguardo
de una maestra cada uno.
Este cachorrito, al igual que su madre, es cariñoso,
agradecido, calladito y muy limpio (avisa cuando quiere ir al baño, nunca se hace en su cajita), pero además juguetón como todo cachorro sano. Ahora que
conoces su historia, te pedimos por favor que nos ayudes a encontrar a una
persona de buen corazón que desee adoptar a este pequeño, una persona tan especial
como él, que aprecie sus cualidades. Si conoces a alguien, ayúdanos a entrar en
contacto.
Él, su mamá, la maestra Ana y una servidora, te lo
agradecemos de todo corazón.
Bendiciones.
